El Retablo imaginario cobra vida: representaciones entre 1923 y 1946



Escenografía de Remo Bufano para la representación en Nueva York, 1925. Fotografía reproducida en C. W. Beaumont, Puppets and the Puppet stage, Londres, 1938.

Progresivamente, El retablo de maese Pedro comenzó a circular por los principales teatros europeos y americanos, casi siempre bajo la atenta vigilancia de Manuel de Falla. Además de la gira española organizada por él mismo con la Orquesta Bética de Cámara, en la que Hermenegildo Lanz asumió la responsabilidad de la realización escénica, la obra pudo verse, entre otros lugares, en Bristol, Nueva York, Zúrich, Ámsterdam, Colonia, Berlín, Londres, Chicago, Venecia, Bruselas, Florencia, Madrid, Roma, Buenos Aires… Muñecos de diferente tamaño, figuras de hilo o actores con caretas fueron algunas de las soluciones adoptadas por los artistas que recrearon la historia. Entre ellos se encuentran grandes nombres, como los titiriteros Remo Bufano y Vittorio Podrecca, el escultor Carl Fischer, el cineasta Luis Buñuel, o los pintores Cleon Throckmorton, Otto Morach, Héctor Basaldúa, Enrico Prampolini, Manuel Ángeles Ortiz, Hernando Viñes e Ignacio Zuloaga. Esta sección recoge testimonios gráficos y documentales de esas puestas en escena, con las que El retablo de maese Pedro continuó viviendo en variantes, en su decidida apuesta por conjugar la tradición y la vanguardia.

Manuel de Falla y la Residencia de Estudiantes

Manuel de Falla en la Residencia de Estudiantes, 1933. Reproducida en Residencia, número conmemorativo, México, diciembre de 1963.

Manuel de Falla mantuvo una larga y cordial relación con la Residencia de Estudiantes que queda reflejada en la afectuosa correspondencia que mantuvo con su director, Alberto Jiménez Fraud. En diciembre de 1917, con la soprano Aga Lahowska, Falla ofreció un concierto en la Residencia y, por lo que sabemos, la visitó en otras ocasiones. Su música se tocó en la Residencia durante aquellos años, tanto en conciertos públicos (hubo, además, diversos proyectos que no se concretaron, como la interpretación de El retablo por la Orquesta Bética, posibilidad sobre la que Jiménez Fraud escribe a Falla en 1925) como en veladas íntimas, puesto que fue maestro y referente indiscutible para muchos residentes, asiduos visitantes y colaboradores de la Residencia como Federico García Lorca, Adolfo Salazar, J. B. Trend, Jesús Bal y Gay o Rosa García Ascot, Ernesto Halffter y el resto de jóvenes compositores del llamado Grupo de los Ocho, que en 1930 se presentó en un concierto en la Residencia. Además, en 1926 El retablo de maese Pedro se representó en Ámsterdam con dirección escénica de otro residente: Luis Buñuel.

Por ello, en su etapa actual, la Residencia ha considerado a Falla como parte esencial de su historia dedicándole exposiciones, publicaciones, conciertos (finalmente, el 4 de marzo de 1993 El retablo pudo escucharse en la Residencia interpretado por la Orquesta de Cámara del Teatre LIiure dirigida por Josep Pons) y conferencias, actividades a menudo organizadas conjuntamente con la Fundación Archivo Manuel de Falla, como en el caso de esta exposición.

7. El Retablo en el imaginario colectivo

5. «Ideales hispánicos»